Como expresar que los 90’ fue una época de grandes cambios, tanto tecnológicos como culturales; mucho se mantuvo tal cual estaba, pero otras cosas simplemente quedaron atrás y parece que ahí se quedarán; hoy por hoy da la sensación de que reina sobre todo la nostalgia de los años 80, con blogs que triunfan en redes sociales y conmueven a treintañeros.
Pero la nostalgia de los 90 va pidiendo turno, empezando por la moda: los niños de los 90 no usábamos tablets o smartphones, pero teníamos la imaginación para inventar los juegos más alucinantes que se pudieran concebir. Está en nuestra memoria todavía la primera vez que vi un computador; aunque sabía un poco de qué se trataba, me era difícil entender que a través de esa máquina, podría aprender cosas o hablar con personas que estaban al otro extremo del mundo. Aún no podía comprender que existía un mundo alterno y que podía saber qué hacía la otra persona que estaba al otro lado de la pantalla.
Tengo muy buenos recuerdos y en ninguno de ellos había selfies, likes o videos de YouTube. Lo más cercano a un video de YouTube eran las grabaciones que se hacían con la cámara de mano; registros amateur, sin resolución HD, pero con una mística especial.
Para qué hablar de la música; para mi hermana mayor hacer un playlist era toda una audacia; necesitabas una radio, un cassete virgen y muchísima paciencia. Me acuerdo que se pasaba horas seguidas grabando canciones de la radio, tratando de que no se registraran las voces de los locutores.
Los niños lo disfrutabamos bien en los 90, inventábamos juegos, poníamos unas sábanas y construíamos un club, nos disfrazábamos con las ropa de mamá o papá y toda la calle del barrio se convertía en nuestro patio de juegos.
La imaginación era la clave, sobre todo si tenías una madre que se negaba a comprarte el juguete de moda con la excusa de que «no lo necesitabas». Éramos más solidarios, nos prestábamos las cosas, pero también peleábamos como lo hacen todos los niños y en los recreos del colegio nos poníamos extremadamente felices cuando lográbamos juntar todas las figuritas que nos faltaban para completar el álbum o cuando nos salía «vale otro» en el palito de helado y ni se diga cuando los profes tenían reuniones en dirección y nos dejaban solos por largos periodos; ni bien cerraba la puerta arrancábamos las hojas de papel e iniciabamos las interminables guerras de pelotas de papel, a diferencia de ahora, el profesor sale del salón de clase y agarran los celulares para revisar el estado del facebook, whatsapp… yo me pregunto ¿dónde quedaron las pelotas de papel que hacían que se despierte el compañero retraído de adelante?.
Los niños de los 90’s ya somos adultos, la mayoría trabajamos, tenemos responsabilidades y vivimos sumergidos en la tecnología, pero es bueno recordar cómo eran las cosas cuando uno eramos niños; te abre la perspectiva hacia una vida más real y tangible, de ellas quería recordarte hoy: los juguetes, caramelos, tecnología antigua, moda, etc. Porque para los que vivimos nuestra infancia en esos años siempre las recordaremos con afecto, no importa la cantidad absurda de horas de tiempo rebobinando un cassette o película de cinta. Esos fueron nuestros momentos de niño y los valoramos hoy con esa misma mirada inocente, en la que no hay duda de que la época de los 90’s marcó nuestro mundo y al mundo entero, ya que fue un momento de transición y evolución muy decisiva. Por ello si viviste tu infancia en ese período, entonces ten por seguro que fue lo mejor que te pudo haber pasado; te lo dice alguien que nació en los 90’s.