Coy 335 – Política fiscal expansiva: efectos y riesgos
Los economistas Mundell (premio Nobel 1999) y Fleming1 demostraron que la política fiscal y la política monetaria afectan de manera distinta la demanda agregada, dependiendo del régimen cambiario y de la movilidad de capitales. En una economía pequeña y abierta con tipo de cambio fijo y movilidad de capitales, la política fiscal es altamente efectiva para impulsar la demanda agregada, mientras que la política monetaria es completamente infectiva. La economía boliviana cumple con estas características: es pequeña y abierta a los flujos comerciales, aunque con restricciones a algunas exportaciones (para priorizar el mercado interno); rige un tipo de cambio fijo desde el año 2011, y prevalece la movilidad de capitales.
La expansión fiscal, principalmente a través de la inversión pública, ha estimulado el crecimiento de la demanda agregada, pero con ciertos efectos contraproducentes. La política de tipo de cambio fijo impide que el gobierno pueda contrarrestar las devaluaciones en los países vecinos, lo cual, junto con la menor inflación de los países desarrollados, conduce a la apreciación del tipo de cambio real. La política fiscal expansiva, más el derrumbe del precio del gas natural, han provocado déficits fiscales a partir de 2014, que, su vez, se traducen en déficits en la cuenta corriente y en la pérdida de reservas internacionales.