Los ‘negacionistas’
Susana Seleme Antelo
Negacionismo: Actitud que consiste en la negación de determinadas realidades y hechos históricos o naturales relevantes. Real Academia de la Lengua (RAE)
La definición de la Academia es contundente. Así actúan los obcecados funcionarios del régimen boliviano, azuzados por el ‘jefazo’ cocalero y expresidente Evo Morales.
Negacionistas consumados, nada de lo que sucedió habría ocurrido. Es decir, ni fraude en las elecciones de octubre de 2019, ni su renuncia y huida, 10 y 11 de noviembre, ni los anteriores 21 días de paro en todo el país contra dicho fraude. Tampoco la orden de renuncias masivas para crear caos, “cercar las ciudades y matarlas de hambre”, incendiar y aterrorizar al país, matar y gritar “ahora sí guerra civil”.
Los serviles funcionarios de la administración de (IN)Justicia, jueces, fiscales, Procurador y ministros negacionistas, han liberado de Morales para abajo a todos los implicados en esos delitos: hoy gozan de amnistía, inmunidad e impunidad.
Los mismos ‘injustos’ que los liberaron, acusan de golpe de Estado a la expresidenta Jeanine Añez, detenida, incomunicada y con la salud deprimida, desde el 13 de marzo de este año. La imputan de conspiración, sedición y terrorismo, acciones que ubican antes de su gestión como presidenta constitucional interina.
En una nota que lleva su nombre y foto, Añez afirma que, a más de dos meses de su arbitraria detención, “los fiscales no han presentado una sola prueba” que la vincule a esos delitos. “Nunca lo podrán hacer porque sencillamente lo único que hice fue cumplir con mi deber en la sucesión constitucional, avalada incluso por el propio Tribunal Constitucional. Soy una presa política, esa es la única realidad.” Solidaridad con ella.
Nadie se cansa, nadie se rinde, Evo de nuevo, huevo Carajo.
La sociedad boliviana no olvida ese estribillo que inundó Bolivia en los 21 días de pacífico paro. No se trata de la repetición por la repetición, sino por la profundidad para ir al fondo de los hechos, sus contextos, sus articulaciones previas, sus consecuencias, en el marco de las múltiples determinaciones de la realidad. Como los 14 años de Morales presidente, durante los cuales la democracia boliviana vivió y aún vive peligrosamente. Ese escenario responde, como afirmó el mismo Morales, a “la línea” que “en abril 2006 nos dan Fidel y Hugo”. Ambos ya fallecidos, cierto, pero ‘la línea’ autocrática, represiva y que niega a los otros diferentes la continúan sus sucesores y los devotos militantes del Socialismo del Siglo 21, Grupo de Puebla, gobiernos, líderes populistas vecinos cercanos y lejanos.
Aquel memorable paro también fue un repudio a los reiterados abusos a la voluntad popular, como haber desconocido el Referéndum de 2016 que dijo NO al empeño de Morales de ser candidato una vez más. No obstante, lo fue violando el ART. 169 de la CPE que señala que el presidente “podrá ser reelecto de manera continua por una sola vez”. Morales iba por la cuarta, merced a la descabellada interpretación del ART. 23 del Pacto de San José de Costa Rica, según el cual podía ser reelecto indefinidamente al amparo de su Derecho Humano.
Hoy inventan otros delitos para justificar la detención de Añez, y le siguen vulnerando los derechos a un debido proceso, porque en Bolivia el Poder Judicial está sometido y subsumido sin redención al poder político de Morales. No es el presidente, pero ejerce como si lo fuera. Todos acusan desprecio absoluto por la democracia y los DDHH, como acaban de demostrar en la 66 Asamblea General de Naciones Unidas, en la que 158 países votaron a favor de una resolución contra el genocidio y crímenes de guerra. Bolivia votó en contra y se sumó a la “lista de la vergüenza” integrada por Rusia, China, Egipto, Cuba, Corea del Norte, Venezuela, Siria, Nicaragua Bielorrusia, Kirguistán, Zimbabue, Indonesia, Eritrea y Burundi.
Otras evidencias
Como dicen los investigadores forenses en las escenas de un crimen, en este caso político, hay muchas otras evidencias sobre el negacionismo de Morales como su renuncia, la del vice, de la presidenta del Senado, el de Diputados y los demás para crear vacío de poder.
El exsenador del Movimiento Al Socialismo (MAS), Omar Aguilar, reveló al periódico Pagina 7 que ya renunciado Morales, la extitular del Senado instruyó la dimisión colectiva de todos los legisladores de su partido para impedir una sucesión constitucional y dejar la Asamblea sin cuórum. Tenían 2/3. Empero, dirigentes del «Pacto de Unidad» reconocieron como mandataria a Jeanine Añez, que era segunda vicepresidenta del Senado en representación de una minoría política. Así, se instalaron nuevas directivas en ambas Cámaras y reconocieron las renuncias de Morales y García Linera (Urgent.bo)
Los negacionistas olvidan el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) producto de una auditoria vinculante, solicitada por Morales. El Informe atestigua la existencia de “terminales de cómputo paralelos” y “adulteración flagrante de las actas”, para favorecer al entonces presidente y candidato Evo Morales.
Ya son bien conocidas las reuniones en la Universidad Católica, dado que la Iglesia fue mediadora entre el partido del renunciado(MAS) y sus delegadas -tres mujeres- con políticos bolivianos, representantes de la Comunidad y Organismos Internacionales. Hubo llamadas de ida y vuelta, llantos incluidos, ya que ‘las representantes’ exigían la salida del país de Morales, antes de definir una solución constitucional al vacío de poder y ‘pacificar’ el país ya incendiado por el ‘jefazo’.
Podrán los negacionistas seguir urdiendo más mentiras. Contra esa canallada, la memoria histórica es el mejor argumento.