Anna María Barbery
Se imaginan tres años MÁS de TODO tipo de violaciones, corrupciones, mentiras, intolerancias, endeudamiento, cero avances o, si no, abanderarse de algunos proyectos con potencial de crecimiento económico y social para las elecciones 2025; MÁS avasallamientos, ruinas del sistema judicial y el medio ambiente, divisiones, odios hasta quedar aplastados como país y gente.
Planificar con este gobierno es una ilusión ingenua; que dejen al país vivir en democracia y desarrollo y dejar a su oposición trabajar, no lo creo; que el censo siga su curso sin injerencias, me parece que es de una fantasía utópica total: ilusorio.
La ingenuidad ha estado en primera plana desde esas elecciones divididas de octubre del 2020 y desde entonces ¿qué se logró? NADA en cuanto institucionalidad y menos en los avances democráticos, humanos y tecnológicos del siglo 21. Ahora vendrán más encarcelamientos de presos políticos, pasarán de los 200 que son casi ahora hasta callar y hacernos entrar en una sumisión parecida a la de Venezuela, Nicaragua y Cuba, con el narcotráfico libre para seguir minando, destruyendo y envenenado la fibra social de este país.
Estamos a punto de perder la guerra anunciada del masismo en ese octubre del 2020. ¿Qué se hace? No se puede esperar al momento perfecto de nada, hoy por hoy con oídos sordos y la intolerancia e ignorancia a todo motor, día a día, sin respiro y sin verdadero diálogo.
En enero del 2023 el país tuvo que haber girado a una paz, a una tregua con el censo acordado y a seguir dentro de esta estructura “democrática” en la que el gobierno finge estar. ¿Qué tanto teme el gobierno? Decidieron lo contrario, mientras el mundo entero festejaba una lucha casi ganada de una pandemia mundial que mató a casi 15 millones de personas, según la Organización Mundial de Salud (OMS). Y en medio de una guerra en Ucrania que ha afectado a toda Europa y el mundo, causando más hambre y más muertes y encima el mundo vive otra batalla fatal, el cambio climático y acá en Bolivia en vez de avanzar en estrategias, planificación u otros pensamientos dando al país y a su gente un merecido respiro para el 2023 ¿qué nos regala el liderazgo del gobierno? Más discordia, más violencia.
El masismo decide empujarnos al precipicio para salvarse de tener que mostrar evidencias de fraude, corrupción e ilegalidades gigantescas, jamás vistas en Bolivia. Pero encima este gobierno incita a la intolerancia social violando los derechos humanos más básicos y establecidos mundialmente ¿Qué hacemos? Podría llegar a ser el cambio necesario: convoco a la población boliviana a dar apoyo al cabildo nacional del 10 de enero para exigir un nuevo comienzo de libertad a la oposición y democracia el 2023 con el censo acordado y, si no lo hace este gobierno tendrá que atenerse a unas elecciones anticipadas con la renuncia del actual presidente. A unirnos en este gran cabildo nacional el 10 de enero exigiendo el fin de violencia y tregua nacional.