Fuente: Página Siete
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta para Bolivia este año un crecimiento económico de 1,8%, una de las tasas más bajas entre los países de la región y por debajo de la proyección del Gobierno, en un contexto en el que la entidad alerta que los precios de la materias primas seguirán bajando.
En el Presupuesto General del Estado (PGE) 2023 el Gobierno estima una expansión de 4,86%.
En octubre del año pasado, el FMI había pronosticado una tasa de 3,2% para Bolivia y en la actualización de sus perspectivas económicas, este martes el organismo internacional redujo su proyección inicial y anticipó que para 2024 el Producto Interno Bruto (PIB) repuntará levemente a 1,9%.
La semana pasada, el Banco Mundial también redujo a la baja 2,7% la proyección de crecimiento económico de Bolivia.
En su informe, el organismo también proyecta para Bolivia una tasa de inflación de 4% este año y de 3,7% el próximo año, además de una tasa de desempleo de 4,9% este 2023 y de 5% en 2024.
El informe también estima un déficit en balanza corriente de -2,5% este año y de 2,6% el siguiente.
El documento estima que Latinoamérica y el Caribe crecerán 1,6 % en 2023, dos décimas por debajo de lo esperado anteriormente, y muy lejos del crecimiento del 4 % que registró en 2022.
El año pasado, de acuerdo con la evaluación del FMI, la región y los países que son exportadores de materias primas se vieron favorecidos por el aumento de precios producto de la invasión rusa, aunque para otros, y es el caso de Bolivia que debe importar combustibles, el efecto fue negativo por el mayor costo de compra y subvención.
“2022 fue el año en el que empezaron a subir los precios de las materias primas, luego empezaron a bajar y se espera que en 2023 bajen todavía más”, explicó el director de investigación del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, en una llamada con periodistas, reportó EFE.
Esto, unido a las agresivas subidas de tipos de interés de muchos bancos centrales para poner freno a la inflación, le ha quitado “algo de impulso” a la región, al tiempo que los gobiernos comienzan a deshacer algunos de los programas de ayuda fiscal adoptados durante la pandemia.
Con todo, Latinoamérica se ha mostrado “muy resiliente” a los desafíos de los últimos años, aseguró por su parte la subdirectora de investigación del Fondo, Petya Koeva-Brooks.
En el caso del empleo, “ya vemos niveles por encima de antes de la pandemia”, aseguró.
Sin embargo, las presiones inflacionarias se mantendrán elevadas en muchos países, especialmente en Argentina, donde el organismo proyecta una inflación de más del 98 % para 2023, o en Venezuela, donde alcanzará el 400%.
Crecimiento en la región
El documento estima que la región crecerá de forma moderada un 1,6% en 2023, dos décimas por debajo de lo esperado anteriormente, y muy lejos del crecimiento del 4% que registró en 2022.
Es el caso de México, que crecerá un 1,8 % en 2023, después de haber registrado un aumento de su Producto Interior Bruto (PIB) del 3,1 % en 2023. La cifra se moderará aún más en 2024, hasta el 1,6 %, mientras que la inflación pasará de un 6,3 % este año a un 3,9 % el que viene.
Chile, por su parte, es el único de los países latinoamericanos que experimentará una recesión, según las cifras del FMI, que proyecta una pérdida de un punto porcentual del PIB para 2023.
El país se recuperará en 2024 y crecerá un 1,9 %, según las proyecciones. Para entonces, la inflación se situará en el 4 %, después de haberse reducido al 7,9 % este año.
Colombia experimentará un crecimiento muy moderado del 1 % en 2023 y del 1,9 % en 2024. La inflación crecerá este año, hasta el 10,9 %, pero se moderará hasta el 5,2 % el año que viene.
Por último, Brasil, uno de los primeros países que comenzó a subir los tipos de interés para poner coto a la espiral inflacionaria, verá su PIB crecer apenas un 0,9 % este año, mientras que la inflación se reducirá hasta el 5 %.
Para 2024, el país crecerá un 1,5 % y mantendrá la inflación en el 4,8%, según las proyecciones del organismo.
El FMI proyecta que el crecimiento de la economía mundial caerá del 3,4 % en 2022 al 2,8 % en 2023, antes de establecerse en el 3% en 2024. Se espera que las economías avanzadas experimenten una desaceleración del crecimiento especialmente pronunciada, del 2,7% en 2022 al 1,3% en 2023.
El análisis, sin embargo, señala que en un escenario alternativo plausible con mayor estrés en el sector financiero, el crecimiento mundial se reduce a alrededor del 2,5% en 2023 y el crecimiento de las economías avanzadas cae por debajo del 1%.
Se prevé que la inflación general global en la referencia caiga del 8,7% en 2022 al 7,0% en 2023 debido a los precios más bajos de las materias primas, pero es probable que la inflación subyacente (básica) disminuya más lentamente. El regreso de la inflación al objetivo es poco probable antes de 2025 en la mayoría de los casos.
El FMI también anticipa que la deuda pública como proporción del PIB se disparó en todo el mundo durante el Covid y se espera que se mantenga elevada.