Contrabandistas utilizan armas de guerra, explosivos e intentaron tomar instalaciones del Estado en Yacuiba y Huari
Vargas dijo que, en ese marco, la lucha contra el contrabando llegó a generar situaciones de extremo peligro para los efectivos militares que se encuentran involucrados en esta tarea de Estado.
Fuente: Eju.tv
La lucha contra el contrabando se ha tornado cada vez más violenta con grupos que se dedican a la actividad ilegal y utilizan armas de guerra, explosivos y miguelitos gigantes, advirtió el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Daniel Vargas.
La autoridad resaltó el hecho de que las bandas de contrabandistas utilicen armamento de guerra, explosivos y otros artefactos como los denominados “miguelitos” que son construidos con fierro de construcción y que llegan a constituirse en una suerte de armas para la destrucción de los vehículos que utilizan los militares en la lucha contra el contrabando.
Vargas dijo que, en ese marco, la lucha contra el contrabando llegó a generar situaciones de extremo peligro para los efectivos militares que se encuentran involucrados en esta tarea de Estado.
“La muerte de ocho efectivos militares desde el año 2022, cinco efectivos gravemente heridos en lo que va del último mes, dos intentos de toma de instalaciones militares en Yacuiba y Huari son apenas algunos ejemplos”, señaló la autoridad, de acuerdo con un reporte institucional.
Dos fallecidos
Dos militares de la Fuerza de Tarea Conjunta perdieron la vida desde enero pasado durante operativos de interdicción al contrabando.
“De enero a la fecha tenemos dos fallecidos, uno en el sector de Uyuni, ahí choca el vehículo en el que viajaba con un camión de contrabando y fallece un oficial. El otro hace un mes, en la ruta 9 de Yacuiba-Santa Cruz, producto del patrullaje sufre un vuelco el vehículo y fallece otro efectivo militar”, informó.
De acuerdo con datos oficiales, entre abril y mayo se reportaron más de 800 operativos de lucha contra el contrabando, acciones en las que cinco efectivos militares resultaron heridos, en Villamontes (Tarija) y Huari (Oruro), en situaciones de enfrentamiento con contrabandistas y pobladores reclutados por las bandas delictivas.