
Fuente: Razón+Fe
En un artículo reciente lo analizamos. Hoy, las muertes por eutanasia se incrementaron en un 15%.
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En un artículo reciente analizamos la imposibilidad ética y jurídica de la aceptación y de la ampliación del “suicidio asistido” incluso a quienes lo pidieran, pese a las aparentes compasión, conveniencia y utilidad de hacerlo, así como las implicaciones que traería (ver aquí).
Hoy es un hecho demostrado: Canadá registra más de 15.000 muertes por eutanasia en 2023, lo que corresponde a un incremento del 15%. Según los últimos datos oficiales publicados por varias provincias canadienses, en 2023 se produjeron alrededor de 15.280 muertes por eutanasia en todo el país, lo que representa un aumento del 15% con respecto a las 13.241 muertes registradas en 2022.
La provincia de Quebec registró el mayor número de casos, con 5.686 muertes por eutanasia, que representan el 7,3% del total de estos fallecimientos en la provincia, la tasa más alta del mundo. Le sigue Ontario, con 4.641 casos, un 18% más que el año anterior; Columbia Británica tuvo 2.767, con un incremento del 10%; Alberta registró 977, más del 18% respecto a 2022; Nova Scotia tuvo 342, un 25% más; y Manitoba 236, un 6% superior a la cifra previa. Todos incrementos.
Resulta preocupante que en Columbia Británica, el 32,9% de los casos correspondieron a “otras condiciones” como enfermedades autoinmunes (2,4%), dolor crónico (24,8%), diabetes (9,8%), fragilidad (60,5%) y otras comorbilidades (52,1%), que incluyen trastornos mentales. La ley de eutanasia de Canadá no requiere que la persona se encuentre en etapa terminal, por lo que muchas de estas condiciones son crónicas, pero no necesariamente mortales.
Si bien la eutanasia por trastornos mentales por sí solos no está permitida, puede llevarse a cabo si la persona tiene además otra enfermedad o condición que la haga elegible. Por ello, es importante analizar más a fondo las razones detrás de cada solicitud.
Los informes provinciales publicados hasta el momento no detallan los casos cuestionables o examinan en profundidad por qué una persona pidió la eutanasia, sino que simplemente enumeran sus condiciones. Por lo tanto, y pese a lo advertido, aún en medio de este clima de permisividad, se requiere mayor transparencia y rendición de cuentas en la aplicación de la ley.
La continua expansión –flexibilización– de los criterios de elegibilidad y el significativo aumento de casos año tras año, generan preocupación, y no sólo entre quienes abogan por proteger la vida humana hasta su fin natural. Se necesita un debate público más profundo sobre el impacto social y ético de la eutanasia antes de seguir ampliando su alcance. Y en ello, la publicación de este análisis (ver aquí) es un aporte fundamental.
Fuente: Canada Euthanizes Over 15,000 People as Deaths Increase 15% – LifeNews.com